10 de enero de 2010

Inútil



Todo el día había sido llamada de un lado a otro. Una reunión, un ensayo, una práctica, una llamada de atención, lectura de un libreto, revisión de las actividades de promoción. En resumen, había tenido un día cansado. Y no es que no fuera normal, ni común ni mucho menos incomprensible, a fin de cuentas ella era la líder del grupo insignia de la agencia y con ese cargo había muchas responsabilidades y mucha carga sobre sus hombros.


Caminaba por un largo pasillo, dirigiéndose nuevamente a una reunión con el instructor de vocalización. Seguramente más tarde o más bien, al día siguiente tendría que fastidiar a alguna de las chicas, posiblemente a Koharu o a Sayumi. Esa parte de su trabajo no le gustaba, y definitivamente era porque no le iba el ser líder. Y la sublíder que tenía no la ayudaba a ser la carga menos pesada. Fujimoto le había enviado un mensaje diciéndole que saldría temprano así que le encargaba su parte en la reunión, finalizando el mensaje con un "Te quiero". Al recordarlo, un profundo suspiro fue emitido, después de todo, Fujimoto siempre huía de estas cuestiones, dejándole toda la responsabilidad a ella.

Revisando mentalmente la última reunión de la mañana mientras continuaba caminando, se aseguró de haber cubierto al menos la mayor parte de lo que le habían encomendado. Pero interrumpió su actividad al ver frente a la máquina de bebidas a alguien conocido.

Sin dar a notar su presencia, caminó sigilosamente hacia aquella persona, quien al parecer estaba demasiado concentrada en lo que emitían los audífonos que portaba, sumado al hecho de tener los ojos cerrados. Esta combinación de elementos dotaba a Yossi de mayor peligrosidad. Y ella lo sabía. Así que siguió acercándose cautelosamente, sonriendo divertida por la situación. Y llegado el momento, estando ya preparada para el asalto, se dio cuenta de algo de suma importancia que la hizo olvidar su travesura. Rika estaba durmiendo.

Echó un vistazo al reloj, para después sentarse al lado de la persona que descansaba en el piso, recargada en la pared frente a la máquina.

Se entretuvo un rato mirando su móvil, revisando sus pendientes, enajenándose con dicho aparato, para guardarlo más tarde y clavar su vista hacia el continuo caminar de las manecillas del reloj sobre la máquina de bebidas. Después de unos minutos, ya aburrida, comenzó a dar pequeños golpecitos en el costado de Rika con su codo. Leves pero constantes golpecitos, que recibieron  algunos gruñidos de respuesta. Hasta que Rika, todavía en la inconsciencia del sueño, usó su brazo para proteger la zona acosada. Y de nuevo, la mirada de Yossi se volvió traviesa, comenzando la segunda parte de su plan para despertar a la chica a su lado. Acercándose lentamente al oído de la chica lo mordió levemente.

Rika despertó de inmediato por el dolor enviado a su sistema nervioso, mientras emitía un grito inesperadamente ruidoso, lanzando su cuerpo al lado contrario de donde el dolor fue provocado al mismo tiempo que llevaba una de sus manos a la parte afectada. Yossi estalló en una carcajada al observar la expresión entre sorprendida y sufrida de su víctima, quien le dirigió una gélida mirada al verla tan divertida por la situación.

-¡¿Qué me hiciste?!- Rika aun no podía salir de su sorpresa.
-No es para tanto. No te mordí tan fuerte.-  Y de nuevo, Yossi volvía reír divertida.

Al oír la palabra "mordí", Rika no controló su reacción, y un notable sonrojo vino a su rostro. Yossi lo notó y comenzó a burlarse de ella, como siempre lo había hecho, posiblemente desde que se conocieron.

-No deberías dormir en los pasillos.- regaño en broma Yossi.
-Y tú no deberías despertar a las personas mordiéndolas.- contestó sagazmente Rika, antes de incorporarse y despedirse, alegando que tenía que regresar a su ensayo.

Yossi se sentía evadida una vez más por su compañera de generación. Desde unas semanas atrás, Rika no se detenía a platicar demasiado con ella y menos aún si no había alguien cerca. Siempre encontraba un pretexto para evitar hablar más de dos o tres frases. Y a pesar de no saber concretamente a que se debía ese comportamiento, definitivamente no preguntaría. Si fuera otra persona, seguramente no se andaría con rodeos e iría directamente a que le dijeran el por qué, pero Rika no era cualquier persona, Yossi sabía eso, aunque no supiera definir exactamente la relación que compartían. Compañerismo, camaradería, amistad. Muchas palabras podrían ser utilizadas para intentar definirla, sin embargo ninguna por si sola o en conjunto era adecuada. Yossi sonrió al venirle a la mente una palabra que tampoco encajaba, pero que de alguna forma la hizo sentir bien. Alejando ese pensamiento, volvió a caminar hacia su reunión. Entrando un momento más tarde a la oficina donde se realizaría la torturante plática con su instructor.

**********

Unas horas después, la expresión en el rostro de Hitomi era de cansancio y aburrimiento. Mientras esperaba el ascensor, bostezo algunas veces y pensaba si era o no buena idea el llamar a aquella persona, pues a pesar de no tener ganas para hacer algo por la tarde tampoco se sentía satisfecha de la idea de estar sola el resto del día.

Maldiciéndose suavemente, entró al ascensor. Y sin dudarlo más, marcó un número conocido.

-¿Dónde estás?- preguntó Yossi después de escuchar el saludo de la otra persona que había tardado en contestar.


-En mi departamento… Te estoy esperando.- Yossi creyó leer en esas palabras y en el tono en que fueron dichas que Miki mentía.


-¿No tenías cosas que hacer?- preguntó tentándola a evadirla, al mismo tiempo que se arrepentía por haber hecho esa llamada.


-- Unos segundos silenciosos siguieron a esa pregunta. -…Terminé rápido ¿Vienes?- la expresión de Yossi se agravó, mostraba ¿sufrimiento? No, más bien era decepción, o quizás un poco de ambos.


Seguramente, Miki tenía compañía. Y al pensar en ello, continuamente se preguntaba el porqué de que aun continuara saliendo con ella cuando ya tenía alguna otra opción. Y de la misma manera, se cuestionaba a sí misma el porqué decidió seguir con Miki, después de todos los deslices que había presenciado.


-Sabes bien la respuesta.- respondió escuetamente.


-Yossi...- Su nombre fue susurrado como un intento de atraerla, de retenerla. Eran demasiadas cosas las que habían pasado entre ambas, tal vez por ello aun seguían juntas. Eso, y porque Yossi descubrió que no le gustaba estar sola.


-Como sea... Voy camino a mi casa...- y con esas palabras invitó a Miki, dándole tiempo de reponerse de lo que sea que estuviera haciendo. No quería encontrarse con una sorpresa nuevamente, por eso evitaba lo más posible ir al departamento de la chica. Ojos que no ven…


El ascensor se detuvo en el primer piso, así Yossi pudo continuar su camino. Pero antes de  dirigirse a uno de los accesos secundarios del edificio, oyó una voz conocida. Buscando con la mirada en el recibidor principal del edificio, halló el origen de la voz y del bullicio en el que se sumergía la habitación.

-¡Vamos, Ishikawa-san! ¡Acompáñanos!- dos voces se alzaban alrededor de la líder de Biyuden. Yossi sonrió al verlas tan excitadas con la idea de salir con la chica a la que rodeaban; no es que Rika fuera una persona aburrida o arrogante para negarse a salir con sus compañeras, más bien era que su forma de vida era por mucho, muy reservado, rayando en el ostracismo algunas veces.

-Estoy cansada- fue la burda excusa de la joven, que obviamente no hizo más que avivar las replicas y peticiones a que accediera.

-Incluso, invité a Shibata-san...- Yossi sonrió nuevamente ante aquel intentó casi desesperado de Yui. 

-¿Y qué tiene que ver Ayumi en todo esto?- preguntó intrigada Rika mostrando un poco de interés.

-Se negó, pero al menos lo intenté- completó su oración Yui, atropellando la pregunta que Rika había formulado -…y ya que ella no va, es tu deber acompañarnos.- y después de haber dicho eso, adoptó una pose de dignidad.

Rika comenzó a reír mientras que Erika golpeaba el hombro de Yui. Yossi las observaba divertida, y hasta estuvo a punto de acercarse y hacer que la incluyeran en sus planes, pero recordó las continuas evasivas que había recibido de Rika en los últimos días. Así que esa no era buena idea, pensó con una sonrisa resignada en su rostro.

-Sólo ven con nosotras ¡Será divertido!- dijo Erika acercándose a Rika, tomándola de las manos.

-Pero, mañana tenemos trabajo muy temprano.- argumentó Rika, con el tono de quien está a punto de rendirse.

-Sólo será un rato.- contestaba Erika mirándola directamente a los ojos. Y fue entonces que Yossi pudo notar, aun en la lejanía, un leve rubor en el rostro de Rika. -Prometo que no nos desvelaremos mucho, Di que sí.- terminando la frase con un guiño, Erika mostraba una gran sonrisa en el rostro, en la que Yossi leyó que estaba al tanto de lo que su cercanía provocó en Rika.

Yossi notó un intenso dolor en sus manos, sorprendiéndose al darse cuenta de que inconscientemente había apretado los puños. Observó sus manos por unos segundos, llevando después la vista a la dirección donde Rika se encontraba. En ese momento, sus miradas se encontraron. Rika sonrió y movió la cabeza en forma de saludo, regresando su atención a sus compañeras. Yossi no hizo ningún movimiento, hasta que vio al grupo dirigirse hacia ella. Entonces vio como Erika paso su brazo por la cintura de Rika, y sin importarle que dicho gesto lo hubiera repetido con Yui, avanzó hacia ellas decidida a interrumpir lo que sea que haya sido aquello.

-¿Puedo hablar contigo, Ishikawa-san?- pidió sin expresión alguna en el rostro, arrepintiéndose al recordar que Rika evitaba estar a solas con ella por sobre todas las cosas

-Claro.- accedió Rika. La sorpresa de Yossi fue enorme, aunque al mismo tiempo dudó de su decisión de hablar con su amiga. -Espérenme afuera, no tardaré.- despidió Rika a sus compañeras.

Una vez a solas, se quedaron mirando mutuamente, sin decir nada. Hasta que Yossi rompió el silencio:

-¿Quieres ir a cenar conmigo?- esa pregunta desbalanceó totalmente a Rika, Yossi lo notó en su expresión y en su lenguaje corporal, y de hecho, ella misma no entendía por qué había hecho esa pregunta tan estúpida.

-Lo siento. Ya he hecho planes.- Al oír la respuesta, Yossi se dio cuenta de que realmente no había nada que pudiera decir, y de que había echado a perder el momento ganado.

De nuevo se sumergieron en el silencio. En ese silencio que siempre había existido entre ellas. Un silencio que comenzaba a ser insoportable. Un silencio al que ella no encontraba razones, ni explicación ni mucho menos sentido, a menos que estuviera ahí simplemente para separarlas y para evitar que rompieran la distancia entre ellas.

-Bueno, me tengo que ir.- Yossi llevó su vista a Rika, quien comenzaba a alejarse, y no pudo hacer otra cosa, más que admitir que no tenían nada más de que hablar, que no tenía como hacer que se quedará más tiempo a su lado. Y con actitud resignada, salió del edificio, emprendiendo el camino a casa.

**********

Movíendo sus manos con precisión y con fuerza, como intentando alcanzar algo por medio de caricias. Intententando alcanzarlo a pesar de que sabía que en ese lugar no lo hallaría. Sus manos proyectaban la búsqueda continua en la que su corazón se sumergía día a día. Sus manos sobre aquel cuerpo ardían, ardían queriendo consumir sus propios sentimientos y hasta sus pensamientos. Recorriendo centímetro a centímetro del cuerpo ante ella, intentaba llenar su propia alma de aquel aroma y de aquel sabor, intentando que se quedaran para siempre en sus manos y en su corazón. Pero, incluso los constantes gemidos ahogados emitidos por su compañera de cama no saciaban su búsqueda, que bien podía ser llamada hambre. Hambre de hallar un lugar para ella. Hambre por deshacerse de la constante soledad que la invadía. Hambre por unos besos que la saciaran.

Siguió su búsqueda en el cuerpo que la acompañaba, ya no sólo con las manos, ahora también buscaba con los labios incluso con la lengua, arrebatando espasmos y gemidos que ya ni siquiera intentaban ser contenidos.

Yossi oyó su nombre ser emitido constantemente, y aceleró sus movimientos, provocando reacciones aun más intensas. Sentía unos dedos encajarse en su piel, así como un fuerte jaloneo a sus cabellos. Sentía una de sus manos apresada por la boca de la otra persona, que en un ritmo constante mordisqueaba sus dedos, haciendo que doliera y sin embargo no intentaba apartarlos. Se sintió presa de la lujuria, al sentir las convulsiones que sus acciones provocaban en el cuerpo de su pareja.

Un par de corazones latiendo sin sincronía alguna, un par de alientos que no concordaban, un par de personas que simplemente buscaban en el sitio equivocado, eso le parecía la escena que representaba al lado de Miki en ese momento.

Yossi lo sabía. Sabía que no podía darle a Miki lo que quería, que aunque se esforzará en complacerla nunca lo lograría. Y viceversa, Miki tampoco podía darle lo que quería. Pero a pesar de todo no la alejaba de su lado, porque simplemente no quería sentirse más sola de lo que ya se sentía. Por eso le perdonaba el buscar lo que tanto deseaba en otras personas. Por eso siempre la perdonaría y nunca trataría de alejarla. Sólo la dejaría cuando ella decidiera irse, y cuando llegará ese momento, no intentaría detenerla.

Un grito fue la señal para que comenzará a detenerse. Poco a poco disminuyó el ritmo de sus movimientos, hasta que su cuerpo se hundió en la inmovilidad. Levantando la vista, vio a Miki sonreír en la penumbra y comenzando a quedarse dormida.

Después de algunos minutos en la misma posición, observando fijamente el techo, Yossi se levantó vistiéndose con lo primero que halló a la mano, dirigiéndose después a la cocina por una cerveza. 


Una vez tomado el primer sorbo, fue a la terraza, donde se quedó un largo rato observando la luna y las luces de la ciudad. Y de nuevo encontró a sus pensamientos navegando hacia un rumbo conocido. Y de nuevo se confirmó a sí misma que era inevitable pensar en ello apenas se descuidara. Inevitable porque aunque ella consumiera su apetito con otras personas, aunque ella engañará a su corazón intentando querer a alguien más, aunque ella no estuviera del todo convencida, aunque ella pensará en razones equivocadas, aunque ella se asegurara de encerrar todo aquello lo más profundo posible, aunque ella no deseara ni supiera como admitir lo que sentía, su corazón sabía... y no había mejor experto que ese. 

Y mientras miraba la luna en lo alto del cielo, un suspiro salía de ella recordándole que todo esfuerzo por esconderse y por esconderlo era inútil…

-Rika…

4 comentarios:

SweetCharmy dijo...

Amo este fic <3
Escribes muy bien! ^__^

Miki IV dijo...

Gracias por pasar a leer y sobretodo por dejar comentario, SweetCharmy.
Me alegra que te agrade como escribo. Creo que voy mejorando de a poquito x3...

mentalbreaker dijo...

Miki, soy Taki-chan del foro. La verdad me sorprendes, tenés talento para esto. Me gusta mucho, me siento atrapada por tus fics, te felicito!
Saludos ♥

Miki IV dijo...

Hola Taki-chan. Que gusto verte por aquí :3. Gracias por tus comentarios. Me hace feliz saber que hay alguien disfrutando de lo que escribo :P

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