ii). Cautiva
Han pasado minutos, tal vez horas y aun no escucho tus pasos…Las lágrimas intentan invadir de nuevo mi rostro. Intento evitarlo no pensando en ti. Pero los recuerdos siguen llegando, uno tras otro. ¿Podré alejarlos hasta que amanezca? ¿Podré alejarlos hasta que pueda huir totalmente de tí?
El frio sigue en aumento, no me extrañaría que en cualquier momento comenzara a nevar. Sin pensarlo más, me levanto. Intento calentarme caminando en círculos alrededor de la fuente. Y entonces, el recuerdo de cómo nos conocimos se hace más visible…
Esa noche…
Mientras yo intentaba no dormir en aquella fiesta, te acercaste.
- ¿Aburriéndote? – preguntaste. Mis ojos, inmediatamente al girar en tu dirección, se sintieron atraídos por tu rostro, por tu mirada, por tus ojos. Esa fue mi perdición.
Recuerdo que no quería conversar con nadie, por eso me encargué de ahuyentar a toda aquella persona que se me acercará. Contigo fue diferente. Me hiciste charlar, me hiciste sonreír, me hiciste desear que no terminara la noche. Mis emociones me traicionaron. Y cuando llegó el final, te alejaste.
Desde ese día, soy cautiva de tus ojos.
Pasaron días, incluso semanas, después de ese primer encuentro. En ese tiempo no supe nada de ti. Irónicamente, no se me ocurrió preguntar tu nombre y extrañamente, nadie lo sabía. Te volviste un misterio que tenía que resolver. Acepté todas las invitaciones a fiestas que me llegaron, entable muchas conversaciones esperando saber algo de ti. Pero aun así, no obtuve ningún dato que me pudiera llevar hasta ti. Aunque ahora entiendo el porqué, en ese momento me intrigaba, ¡Quería encontrarte!
Después ocurrió algo inesperado, algo rompió la estabilidad de mi familia. Los negocios de la familia empezaron a decaer. Mi propia familia comenzó a desmoronarse. No éramos una familia unida, todos éramos egoístas, solo nos preocupábamos por nosotros mismos. Incluido mi padre y mi madre. Duele admitir que su riqueza y posición les importaba más que sus propios hijos. Pero aun así los perdonó. Les perdonó que hayan visto en mí su salvación, que me hayan visto como una mercancía de compra-venta. Un objeto más en esa gran casa que compartíamos.
Sí, eso paso. Me intercambiaron por su bienestar económico y social.
Aquella persona deseaba obtener un título nobiliario. No era una persona mala. Al menos yo no lo vi así. Acepté mi destino. Acepté salvar a mi familia… Pero, en algún momento, comencé a sentirme prisionera, cautiva. Mis acciones fueron restringidas poco a poco. Hasta que mi libertad desapareció. En esos momentos, pensar en ti era lo único que tenía, lo único que me salvaba de la locura.
Y un día de esos, apareciste de nuevo.
Mi segundo encuentro contigo fue aun mejor que el primero. En aquella otra fiesta, te encontré aun más hermosa que la primera vez, el brillo de tus ojos era mayor que el que recordaba. Me vi atraída con tu sonrisa a una conversación interminable. Antes de que me alejaran de ti y me llevaran de regreso a esa prisión de oro, te platiqué lo que le había ocurrido a mi familia, así como la solución que habían encontrado de mis padres. Hasta cierto punto, era vergonzoso contártelo. Recuerdo, que tu rostro cambió. Tu expresión se fue haciendo grave. Te veías preocupada y dolida por lo que te estaba contando. Después de ver aquello, intenté tranquilizarte.
Y entonces, él llego por mí, avisándome que retornábamos a casa. Tu rostro se mostraba serio, hasta cierto punto molesto. En mi mente, me preguntaba si era mi culpa, si te habías molestado conmigo. No supe la respuesta. Sólo me volví hacia ti y deposité un beso en tu mejilla antes de retirarme con aquella persona. En tu rostro vi algo que me hizo estremecer. Tu mirada me decía que no me fuera, que me quedará contigo. Sentí tanto no poder complacerte. Cerré los ojos y me alejé de ti.
Los días que transcurrieron después de ese encuentro fueron estresantes. No sabía si te volvería a ver, no sabía cómo encontrarte y sobre todo, no sabía cómo pude cometer nuevamente el error de no preguntar tu nombre. Luego sucedió lo que tanto temía, mi compromiso con aquella persona era un hecho. Al parecer mis padres no habían lograron pagar la deuda aun, así que el compromiso fue acordado, en unos días sería anunciado.
Recuerdo que lloré y lloré. Sabía que en algún momento tenía que ocurrir, pero no pensé que sería tan pronto. Estaba totalmente deshecha, pero no podía culpar a mis padres, ni a esa persona. Así que me resigné.
Sin embargo, el destino me preparó otra sorpresa. Una sorpresa mejor. Algo que deseaba en lo más profundo de mi corazón.
La noche antes del anuncio del compromiso, mis padres llegaron a pagar la deuda. Estaba sorprendida cuando me anunciaron su llegada. Un sentimiento cálido invadió mi corazón. La situación más irreal e increíble estaba sucediendo. Bajé apresuradamente hasta el salón de visitas. Al acercarme a la puerta, ahí estaban, frente a mí, mi padre y mi madre acompañados por dos de mis hermanos. ¡Habían venido por mí! Mi corazón estaba cálido y algunas lágrimas amenazaban con derramarse de mis ojos.
Al entrar en la habitación, una sensación familiar me invadió, y sabía muy bien que no era por mi familia. Al girar un poco ¡la vi!, vi el origen de esa sensación. Ahí estaba, sentada en una esquina. Andrógina y elegantemente vestida, con una expresión inmutable, su mirada se fijó en mí.
-¡Querida! Hemos venido por ti- Mi madre se acercó brindándome un abrazo, con una sonrisa sutilmente forzada. Mis hermanos centraron su mirada en mí, una mirada fría como siempre. Inesperadamente, me descubrí recordando que así había sido desde que puedo recordar. Mi padre ni siquiera dirigió una leve mirada en mi dirección. Vi como estrechaba la mano con la persona que había cuidado de mí, y como indicaba que debíamos retirarnos de ese lugar.
Mi madre pretendía seguir aprisionándome con un brazo, dirigiéndome hacia la salida. En ese momento, te moviste de tu lugar. Te acercaste a mí y me ofreciste caminar de tu brazo. Me descubrí a mi misma agachando la cabeza y sonrojándome, acepté tu ofrecimiento. El brazo de mi madre se retiro lentamente, y fui escoltada hacia la salida sólo por ti. Miles de preguntas se agolpaban en mi mente mientras caminábamos, pero no fui capaz de pronunciar palabra.
Fuera de la construcción, una carroza aguardaba nuestra salida. Extrañamente, noté que mi familia permaneció a la espera de nuestra llegada. Me guiaste hacia la carroza sin dudar. Me sorprendí cuando a tu orden, el conductor abría la puertezuela. Fuimos los primeros en abordar, seguidos de mi familia. Una vez en marcha, la expresión de mi padre cambió y en el momento que pretendía comenzar a hablar, tú interrumpiste.
-Los llevaremos a casa. Mañana por la noche recibirán el resto de lo prometido- diciendo esto, me dirigiste una melancólica sonrisa. En ese momento, las preguntas que rondaban en mi mente se incrementaron, ¿de qué estaban hablando?
En algún momento llegamos a casa, ni siquiera sentí el transcurrir del tiempo. Tenía muchas preguntas que hacer, pero no sabía por dónde comenzar. Bajamos uno a uno de la carroza, en el último momento aprisionaste mi brazo y al dirigir mi mirada hacia ti, ahí estaba de nuevo esa expresión, una expresión de soledad y solicitud, con los ojos me estabas pidiendo que no me alejará. Descubrí a mis pensamientos cediendo a la petición. Sin embargo, me soltaste brindándome una tranquila sonrisa. Sonreí.
-Te veré mañana por la noche- fueron tus palabras. Entonces, dirigiste una severa mirada a mi padre que esperaba fuera de la carroza. Él asintió con la cabeza y me ofreció su mano para ayudarme a bajar.
Al entrar a casa, me reuní con mi familia y mi padre comenzó a explicar lo que había ocurrido. Tú habías hecho un trato con él.
–Multiplicó la oferta inicial- esas fueron las frías palabras que pronunció. Mi corazón se rompió nuevamente, seguían tratándome como un vil objeto. –Mañana te irás con esa persona. Y permanecerás con ella hasta que logremos devolver el dinero que nos ha prestado- Sentí un cúmulo de emociones que se contradecían dentro de mí. Estaría contigo, pero de qué forma. De nuevo caía cautiva en otra jaula, después de haber salido de una. De alguna manera me sentí traicionada. Dejé la habitación sin esperar explicaciones sin sentido basadas en la lealtad que le debía a mi familia y el agradecimiento que debía de sentir por poder ayudarla. Todo era tan absurdo. Y aun así lo más doloroso es que te hayas prestado a este sucio juego. De repente, tú última mirada apareció en mi mente, aquella mirada en la que me rogabas que me quedará contigo. Y por un momento, el pensamiento de que tal vez sabías que me sentiría de esta manera y que por esa razón me habías brindado aquella mirada, me hizo sonreír. Si, una sonrisa igual de melancólica que la tuya se formo en mi rostro, lo vi en mi reflejo en el espejo. Y de nueva cuenta me resigné, Al otro día, preparé mis cosas y a mí misma, pues sabía que esa noche dejaría la casa de mis padres de forma definitiva. Algo dentro de mí me lo decía.
Llegaste un poco antes de la media noche. Nuevamente, vestías elegantemente y tan andrógina como siempre. Me robaste un suspiro apenas llegar, aunque debo admitir que tengo la impresión que yo también te robé uno a ti.
Desde esa noche he estado contigo. No he vuelto a ver a mi familia. Y aunque no me diste explicaciones sobre tu forma de proceder, no te culpo de nada. Sé que has hecho todo por brindarme seguridad, comodidad y sobretodo, cariño. Contigo no me sentía sola, contigo me sentía bien, me divertía. Me encontraba constantemente sonriendo contigo. Alejabas cualquier preocupación de mi mente. Pronunciabas las palabras que quería escuchar. A veces creía que podías leer mi mente. Extraño todo eso…
-¿Entonces por qué huyes de mí, Rika-chan?- aquella voz interrumpió abruptamente mi ensoñación… ¡Me había encontrado!
Continuará...
2 comentarios:
Hey!!
Excelente capitulo b*O*d!!!!
Por un momento me hicistepensar que la que huia era Yossy (no se porque pero juraba que era Yossy la que escapaba de Rika XD). Y aun mas cuando mencionaste que la chica hermanos juraba aun mas que era Yossy XD.
Que chvr que postees tus fics <3!!!!
Esperaré el capitulo final!!!.... se ve muy prometedor *O*!!!
¡Que bien que te haya gustado!
Me sorprendió que pensarÁs en Yossi como la que huía. Pensé que era muy predecible mi descripción. Pero ahora que lo mencionas... puedo imaginarme la historia con los roles invertidos x3.
¡Gracias por comentar!
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