IV (Primera parte)
A la mañana siguiente…
Aibon fue obligada a despertar por el gran bullicio que prevalecía en todo el lugar. Ese día el grupo de Nakazawa cambiaría de guarida, así que desde muy temprano todos se encargaron de completar sus obligaciones. Hitomi se había ido de su lado desde hace mucho tiempo sin atreverse a despertarla, pero el constante murmullo de las personas alrededor, además de pequeños estruendos provenientes del estacionamiento hacían imposible seguir descansando, así que se apresuró a realizar su parte en el cambio de locaciones.
A la mañana siguiente…
Aibon fue obligada a despertar por el gran bullicio que prevalecía en todo el lugar. Ese día el grupo de Nakazawa cambiaría de guarida, así que desde muy temprano todos se encargaron de completar sus obligaciones. Hitomi se había ido de su lado desde hace mucho tiempo sin atreverse a despertarla, pero el constante murmullo de las personas alrededor, además de pequeños estruendos provenientes del estacionamiento hacían imposible seguir descansando, así que se apresuró a realizar su parte en el cambio de locaciones.
Nada más salir del área de descanso, vi en el centro del lugar a Nakazawa, quien estaba dando instrucciones una tras otra.
-¡Tengan cuidado con ese empaque! ¡Eso va en el primer transporte! ¿Donde metieron los documentos de la oficina? ¡Dije que tuvieran cuidado con ese empaque!– Era increíble ver la rapidez con la que los demás se apresuraban a realizar lo que les indicaba. Definitivamente, Nakazawa tenía una actitud imponente. Aibon, también notó que se le veía sumamente animada esta mañana, lo cual era raro ya que por lo regular ella tendía a despertarse por la tarde.
Si, Nakazawa y la mayoría de su equipo seguían un ritmo de vida nocturna por lo que verla tan entusiasmada tan de mañana era extraño. Así que pensó en ir a preguntarle más tarde. Sin más retraso, Aibon se dirigió a buscar sus cosas y guardarlas apropiadamente.
************************
Aun era temprano. O al menos eso es lo que pensó Miki al revisar el reloj a un lado de la cama en la que se encontró descansando. Había despertado hace escasos segundos, y lo primero que hizo es asegurarse de la hora, para después asegurarse del lugar en el que había pasado la noche! Miki tendía a despertar un tanto desorientada después de un descanso tan fugaz.
-¡Ohayou!- exclamó entusiastamente la persona de pie en la puerta de la habitación.
Miki solo le dirigió una mirada rápida de comprobación para después volverse a cubrir con las sábanas que la arropaban.
Después de unos minutos, volvió a echar un vistazo a la persona de antes, sólo que esta ocasión no había nadie en la habitación. Se rascó perezosamente la cabeza y se volvió a tender en la cama. Los recuerdos de antes de dormir ya estaban aclarándose en su mente. Había sido una noche difícil.
-Tu teléfono ha estado sonando constantemente-
Aya la había sacado nuevamente de su ensoñación, acercándole el aparato. Miki sólo lo tomó para aventarlo a un extremo de la cama, sin prestarle atención. Aya sólo pudo sonreír y decidió dejar en paz a la chica que despertó al parecer, de mal humor. Estaba por salir de la habitación cuando Miki la abrazo por detrás deteniéndola.
-¿A dónde vas?- preguntó levemente cerca del oído de Aya, quien sólo esbozo una sonrisa más marcada. –Ven a hacerme compañía- agregó Miki coquetamente.
-¡Vaya! Esta es la Miki que yo conozco. ¿Dónde te habías metido?- exclamó Aya totalmente divertida por el cambio de humor de su invitada, quien sólo se alejo dejándola libre del abrazo.
-Sólo tuve una mala noche- dijo Miki tomando el celular que seguía vibrando sin descanso, y sin dudar contestó:
-Haaaaaiiiii.. Ah! Eres tú, Yocchan…. Jaja… ¡Gomen! Acabo de despertar…. Sólo fue normal…Jajajaja… No!... Encárgate de mi parte ¿Quieres?... ¡Por favor!... Por favor… Ok, si lo haces la próxima vez invito yo… No, no quiero…Ok….Ahí estaré. ¡Bye!- Una vez habiendo terminado la llamada, volvió a tirarse en la cama y cerró los ojos.
Aya volvió a comportarse como una observadora más, al de salir de la habitación rumbo a la cocina, miró hacia el reloj y notó que aun estaba a tiempo para iniciar sin retraso su rutina del día.
Continuará...
0 comentarios:
Publicar un comentario