1 de marzo de 2010

Baile sádico (01)


Sábado por la noche. Club lleno. Música al máximo volumen. Y una cerveza frente a mí.

Sentada en un extremo de la barra, tomo sorbo a sorbo mi bebida, lo más lento que puedo. Pues, he llegado temprano hoy y no quiero beber demasiado.

De vez en cuando alguna bella chica llama mi atención, bien podría ir y comenzar alguna plática, pero en cuanto el pensamiento cruza mi mente, sólo lo dejo pasar. A fin de cuentas, eso no es a lo que vine.
   


Sin compañía no tiene sentido estar aquí. Es lo que constantemente me repito. Y sin embargo, cada sábado termino en este sitio, en este mismo lugar, frente a la misma bebida, y sin nadie a mi lado.

-Señorita, ¿Desea alguna otra bebida?- El barman llama mi atención, y después de sonreírle, niego con la cabeza y lo despido con un movimiento de mi mano. Veo como sonríe, y se retira a atender a otros clientes.

Desde hace unos meses, soy cliente habitual de este lugar. Mis mejores amigas, Mai y Ayaka me trajeron una noche. Fue divertido, bebimos, bailamos y reímos mucho. También fue esa noche cuando la vi por primera vez. La vi bailar en el centro de la pista, y su forma de hacerlo me robó el aliento. A partir de esa noche, la busqué en este sitio cada fin de semana, hasta que descubrí su rutina. Cada sábado, una hora antes de la medianoche ella entra a este club, justo como en este momento.

La veo cruzar el acceso, ubicado detrás de mí. He escogido estratégicamente este lugar, donde la poca iluminación me protege de miradas indiscretas ocultando al mismo tiempo, mi propia mirada que solo la sigue a ella; un espejo frente a mí, delata lo que sucede a mis espaldas, y sobre todo, desde aquí tengo una excelente vista a la pista de baile.

La veo dirigirse a su mesa habitual. Y justo como esperaba, hoy también tiene un acompañante. Un hombre diferente cada vez que viene a este sitio. Eso bien podría dar de que hablar, pero a ella parece no importarle, así que a mí tampoco, ya que después de todo, siempre termina abandonándolos a la mitad de la noche. Y verlos con aquella expresión de incredulidad y hasta de fracaso, suele ser divertido.

Si. Hasta ahora sólo me gusta ver. Aun no he dado ningún paso hacia ella. Sólo observo. Sólo estudio lo que hace. Sigo cada uno de sus movimientos, desde que llega hasta que se va.

A veces, me preocupa esta costumbre que he adoptado, que bien podría ser llamada obsesión, ya que no hay noche en la que no piense en ella. Y no hay noche de un día sábado que no venga aquí sólo a observarla.

El hombre ha llamado a un mesero, no sin antes sentarse a su lado. No estoy celosa, sé por su lenguaje corporal que él no le interesa. Así que no hay necesidad de sentir celos.

Si. Lo sé. Puede que ellos estén más cerca de ella de lo que yo lo estoy, pero eso no es razón para desmotivarme, ¿no? A fin de cuentas, sólo me gusta observarla. No hay nada más que eso, ¿verdad?

Justo cuando el mesero llega a su mesa, ella se levanta, le sonríe y se dirige... a la barra. ¡Oh! y se ha detenido justo a mi lado. Ok. Esta vez me ha sorprendido. Tomó un sorbo de mi bebida fingiendo indiferencia.

-¿De nuevo sola?- No puedo evitar atragantarme. Toso de forma ligera, y al ver que ríe levemente, el rubor invade mi rostro. Vuelvo a toser, esta vez para aclararme la garganta intentando formar alguna oración o al menos una simple palabra en mi mente, para pasar después la orden a mis cuerdas vocales y decir algo. No funciona.

Ella aleja su atención de mi, y le pide algo que no logró escuchar claramente al barman.

Me he quedado estupefacta por tenerla tan cerca. Nunca nos hemos acercado tanto. Las palabras no salen. Soy un caso perdido. Ahí va mi oportunidad, supongo.

Sonrió. No sé si lo ha notado, pues pocos segundos después ya está de regreso a su mesa con una bebida en la mano.

"Si seré idiota", me regaño mentalmente.

El resto de la noche fue normal. No he podido alejar la vista de ella, y tampoco es que lo quisiera hacer. Desde que se levanto con su acompañante a bailar, no ha parado de hacerlo. Aquel tipo no puede seguirle el ritmo. No puedo evitar reírme de él. Si tenía pensado llegar a algo con ella, definitivamente después de verlo bailar no tiene oportunidad. Aunque, creo que jamás la tuvo.

Me pregunto, porque siempre trae a alguien, si ella puede apoderarse por sí misma y por sí sola, de la pista de baile.

Oh. Parece que ha sido suficiente para aquel tipo. Algo le ha susurrado al oído. Ella lo ha ignorado, y el tipo se ha alejado, tal vez a su mesa, no sé  y no me interesa.

Cosa extraña. Ella se ha quedado en medio de la pista. Observo mi reloj. Parece que hoy ha cambiado su rutina, ya pasa de su hora de salida acostumbrada y sigue ahí, bailando. Tal vez deba ir a hacerle compañía, sonrió ante ese pensamiento, el cual obviamente no seguiré.

Sólo acecho desde las sombras. Aun no estoy preparada para ir tras la presa.

¡Oh! Parece que no soy la única acechando. Otro tipo se le ha acercado, y le ha dicho algo. Ella lo ha visto con expresión indiferente y ha negado con la cabeza. Él ha vuelto a insistir, incluso la ha tomado de un brazo.

Ok, ahora me estoy enojando. Si ya han sido rechazados, ¡no pueden simplemente aceptar la respuesta e irse!

Veo la mirada de ella. ¡Uy! Creo que se ha enojado, y debo admitir que se ve linda con esa expresión. Nuevamente, su lenguaje corporal me dice que lo está rechazando. Y el tipo no la ha soltado.

Ok. Tengo que hacer algo. No me perdonare si pasa algo.

Me levanto de la barra y me dirijo hacia ellos. Pero antes de llegar, veo al tipo agacharse con gesto dolido. Creo que a fin de cuentas, no necesita ayuda. Se ha encargado ella sola.

"¿Y ahora qué hago?", es lo que pienso estando a mitad de camino de mi sitio original y ella. Bueno, ya que me he movido, ¿por qué no acercarme? Y camino hacia ella.



Apenas llegar a su lado, y antes de poder decir "Hola", ella me sonríe. Y acercándose a mi oído...


-Pensé que nunca vendrías...-

-¿Eh?-

Ella ríe. Mi mente se ha quedado en blanco. Y de alguna forma, me dejo llevar por sus movimientos. Ella comienza a guiar nuestro baile.

Dejé que mis dedos se movieran en tus caderas en un baile lento 
Retirándolos algunas veces, sólo para jugar contigo 
Con expresiones complejas en nuestros rostros 
 Bailamos, hasta el amanecer.

Mi cuerpo se siente más y más caliente conforme la música va de un ritmo lento a uno más intenso. Verla bailar tan de cerca es mucho mejor que de lejos. Y en especial, sentir su cuerpo rozar levemente el mío me llevará al cielo antes de tiempo.

Mi mente amenaza con salirse de control en cualquier momento, y mis manos necesitan hacer contacto con ella. Siento gotas de sudor recorrer mi rostro, e incluso bajar por mi cuello, y a pesar de ello, siento como un incendio invade mis entrañas. Vuelvo mi atención a ella, justó cuando comienza a rodear mi cuello con sus brazos. ¡Está demasiado cerca!

Baile sádico. Baile sádico. Baile sádico
Bailemos hasta el amanecer
Wow Baile, Baile sádico, Baile sádico
Ante la mirada de todos
Dejé de fingir amarte
Y estoy mostrando lágrimas saladas
¡Oh! Esta es mi biblia.

Nuestro baile se ha tornado lento. A pesar de que el ritmo de la música es lo contrario, de que las luces se encienden y se apagan mostrando un color tras otro, y a pesar de las personas que nos rodean que siguen su ritmo.

Estoy extasiada con su toque, pues puedo sentir que juega con los cabellos cercanos a mi nuca con sus dedos. Sus ojos están fijos en mí, y yo estoy sin poder apartar los míos de su rostro. He pasado mis manos por su cintura, apretándola levemente hacia mí.

El calor va en aumento aun más. Y cuando oigo su respiración agitada. "¡Demasiado cerca!", vuelvo a pensar, y en ese momento, siento como mi sangre comienza a acercarse peligrosamente a su punto de ebullición.

"Moriré aquí", y comienzo a reír, mientras me sigue guiando en esta tortura.

¡Esta es mi biblia! ¡Esta es mi biblia!
¡Esta es mi biblia! ¡Voy por ti!
¡Esta es mi biblia! ¡Esta es mi biblia!
¡Esta es mi biblia! ¡Sigamos cantando!
Aun después de que nuestros labios se tocaron, nos quedamos.
No puedes escapar de mi técnica.
Tú reías como un demonio ¡Ah!

En cierto momento, me veo obligada por sus manos a bajar la cabeza hacia ella, y me dejo guiar hasta sus labios.

El tiempo se detiene, y me sumerjo en la humedad de su boca.

La caricia de sus labios y el dulce sabor de su saliva comienzan a acelerar los latidos de mi corazón.

"Moriré, definitivamente lo haré"

Baile sádico. Baile sádico. Baile sádico
Bailemos hasta el amanecer
Wow Baile, Baile sádico, Baile sádico

Repentinamente, siento un agarre por la espalda, y un momento después me siento volar hacia atrás. He caído al piso, y un tanto sorprendida dirijo la mirada a la persona de pie junto a mí.

Es su acompañante de esta noche. Y parece que está enojado.

-¿Una chica?- en su mirada de escepticismo, puedo sentir su rabia. Le he robado su trofeo de la noche, es lo que creo leer en él.

La música no ha dejado de sonar, y sólo algunas personas se han detenido a ver lo que ocurre. Sin apresurarme, me levanto, mientras observo al tipo discutir con ella, quien mantiene una expresión de aburrimiento e indiferencia en su rostro, a la vez que observa de reojo mis movimientos.

*clap*

Una bofetada. Ella lo ha callado, y ahora camina hacia mí. Me toma de un brazo y me lleva a la barra. Sonrió y doy una mirada triunfante al tipo. Él no tarda en reaccionar, y ahora viene hacia mí. Una punzada de preocupación viene a mí, al ver su expresión, sin pensarlo más libero mi brazo empujándola a ella a un lado, donde creo que estará segura, mientras espero lo que sea que suceda.

Segundos después. Nada ha ocurrido. Dos tipos le han cerrado el paso, y ahora lo llevan hacia afuera del establecimiento. Mientras tanto, el barman tranquiliza a las personas, e incluso anuncia una ronda de bebidas cortesía de la casa.

No puedo evitar mostrar mi desconcierto. Y un minuto después, la recuerdo, y volteo buscándola. No tardo en encontrarla sentada en la barda, a un lado de mi lugar habitual.

En cuanto me siento a su lado, el barman me tiende una cerveza. Sonrió en agradecimiento, mientras intento asimilar lo que ha ocurrido. Me he acercado a ella, hemos bailado y sobretodo, nos hemos besado. Pero... ahora... ¿cómo puedo acercarme de nuevo?

El silencio nos ha invadido, a pesar de que la música del lugar sigue sonando. Ninguna ha hablado. Y aunque quiero hacerlo, ¿qué debería decir?

Volteó hacia ella, alejando mi mirada de la bebida frente a mí, la cual aun no he tocado.

-¿Tu casa o la mía?- dice mientras se muerde el labio inferior. Mis ojos se abren lo más que pueden al escuchar esas palabras, y ella se ha reído de mi expresión. Mi respuesta no tarda en llegar.

-Lo que quede más cerca...- sin pensarlo y sin titubear, es lo que he dicho. Ella vuelve a sonreír. Y tomándonos de la mano, salimos de aquel sitio.

6 comentarios:

Panda dijo...

hola!!

que manera de empezar marzo jajjaja
supongo k tendra continuacion...no?

no seas mala XD

jajjaaja

saludos y cuidate

mentalbreaker dijo...

Miki! Me encantó ♥ Quiero un continuación :D HAHAHA de vdd *-* Me encantó la manera en que está contado. Más más más~
IshiYoshi KARIENTE <3

Miki IV dijo...

D: Eso fue un "queremos lemon"?
<_< se supone que es una historia corta...

Pero...

>_< veré que puedo hacer....

¡¡Gracias por comentar!!!

Pamela dijo...

Yo tb quiero lemon XDDDD

Muy chvr
Muy chvr

Yyo juraba que Yossy le iba a dar al tipo como a hijo XD

y la ultima linea: "la que quede mas cerca...".....

Demando una continuaciooooon !!!!

Si se puedeeee!!!

mentalbreaker dijo...

YEAH! eso es queremos Lemon kariente! :D ♥ Hahaha ^^

Gab98 dijo...

jajaja Kariente XDDD exactooo , este ya lo habia leido pero pss apenas comento lol!! amo esta song >//< ahora no la cantare igual jajaja

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